Recuperación en el hospital

Mientras esté en el hospital, colaborará con un terapeuta de respiración. Le enseñará ejercicios de respiración. Estos ayudan a mantener los pulmones despejados y a prevenir la inflamación y la infección. Hará estos ejercicios aproximadamente cada una hora.

Según cómo se sienta, un enfermero o terapeuta lo ayudará a ponerse de pie y a caminar poco después de la cirugía. Esto hace circular la sangre y acelera la recuperación. Por lo general, deberá permanecer en el hospital 1 a 4 días después de la cirugía. Si tiene tubos insertados en el pecho, tal vez no podrán darle de alta hasta que se los quiten.

Recuperación en el hogar

Al volver a su casa, siga las instrucciones del proveedor de atención médica para cuidar las incisiones y los pulmones. Además:

• Tome los analgésicos como se los receten. Esto ayudará a aliviar el dolor, facilitará la realización de actividades y le permitirá respirar hondo.

• Camine para hacer circular la sangre y fortalecer los músculos. Pero evite hacer actividades vigorosas, levantar objetos pesados y conducir vehículos por varias semanas.

• Siga practicando los ejercicios respiratorios que le enseñó su terapeuta.

• Reanude las relaciones sexuales cuando se sienta listo o cuando el proveedor le diga que está bien hacerlo.

• Pregunte a su equipo de atención médica cuándo puede volver a su trabajo.

• Programe una cita de seguimiento con el proveedor de atención médica. El profesional revisará cómo se está recuperando y hablará con usted acerca de los resultados del procedimiento.

Cuándo llamar al proveedor de atención médica

Llame al proveedor de atención médica en cualquiera de los siguientes casos:

• La incisión está muy enrojecida, caliente, huele mal, le supura líquido o aumenta el dolor en la zona

• Fiebre de 100.4 °F ( 38 °C) o superior, o según le indique el proveedor

• Sangrado leve de los sitios de la incisión que se detiene por sí solo o con presión

Cuándo llamar al  911

Llame al  911 si tiene algo de lo siguiente:

• Falta de aire

• Mareos o aturdimiento que continúa incluso después de sentarse

• Dolor de pecho agudo y repentino que no desaparece o dolor de pecho inusual

• Tose sangre de color rojo vivo

• Abundante cantidad de sangrado en los sitios de la incisión o sangrado que continúa después de aplicar presión