Cuidados del yeso
El proveedor de atención médica le colocó un yeso, ya sea convencional o de fibra de vidrio. Este yeso le protegerá e inmovilizará el brazo o la pierna para que se recupere. Quizás lo sienta medio extraño al principio. Pero pronto se acostumbrará. Durante las semanas próximas, la manera en que cuida el yeso puede ser fundamental para lograr una recuperación rápida y correcta.
Mantenga el yeso seco
Si un yeso se moja, puede ablandarse y desprenderse. Si la venda debajo del yeso de fibra de vidrio se moja, puede dañar e irritar la piel. Por eso, debe mantener el yeso seco.
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No haga actividades que puedan mojar el yeso. Estas incluyen nadar, pescar, lavar los platos e, incluso, estar bajo la lluvia.
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Báñese según las indicaciones del proveedor de atención médica. Cuando se bañe, envuelva el yeso en una bolsa de plástico y manténgalo lejos del agua.
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No sumerja el yeso en agua, incluso si está envuelto en plástico.
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Si el yeso se moja, intente secarlo lo más pronto posible. Para hacerlo, use un secador de cabello en modo frío. Llame al proveedor si el yeso no se seca en 24 horas.
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Cubra el yeso con plástico antes de bañarse. |
Maneje el yeso con cuidado
Para obtener los mejores resultados, recuerde lo siguiente:
Lo que debe hacer
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Mantenga el yeso limpio y seco. Cúbralo con una bolsa de plástico cuando esté expuesto a suciedad y agua.
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Use todo elemento de apoyo que le hayan indicado, como muletas o cabestrillos.
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Eleve el yeso por encima del nivel del corazón siempre que sea posible. Esto aliviará la hinchazón.
Lo que debe evitar
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No coloque nada dentro del yeso, ni siquiera para rascarse la piel.
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No use lociones ni talcos alrededor del yeso o dentro de este.
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No golpee el yeso.
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No corte ni rompa el yeso.
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No lave el yeso.
Cuándo debe llamar al proveedor de atención médica
Llame al proveedor de atención médica o solicite atención médica si tiene alguno de los siguientes síntomas:
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Hinchazón u opresión del yeso que no disminuye cuando lo eleva por encima del nivel del corazón
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Hinchazón que causa dolor o que le impide mover los dedos de la mano o del pie
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El yeso se rompe o se afloja
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El yeso se moja y no se seca
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Aumento del dolor, entumecimiento u hormigueo en los dedos de la mano o del pie
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Los dedos de la mano o del pie se ponen azulados o fríos
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