Tipos de tratamiento

El tratamiento de un hematoma óseo puede incluir:

• Descansar el hueso o la articulación

• Colocar una compresa fría en el área varias veces por día

• Elevar la lesión por encima del nivel del corazón para reducir la inflamación

• Tomar medicamentos para reducir el dolor y la inflamación

• Llevar un soporte u otro dispositivo para limitar el movimiento

Su proveedor de atención médica podría brindarle consejos sobre su alimentación. Esto se debe a que una dieta rica en calcio, vitamina D y proteínas puede ayudar en el proceso de curación. Su proveedor podría pedirle que no utilice ciertos medicamentos de venta libre para el dolor. Algunos de ellos pueden retrasar la curación normal del hueso. Si fuma, su proveedor le aconsejará que deje de fumar. Fumar también puede retrasar la curación del hueso.

Su proveedor de atención médica le dirá durante cuánto tiempo no debe poner peso sobre el hueso. La mayoría de los hematomas óseos se curan lentamente después de 2 a 4 meses. Un hematoma óseo más grande puede tardar más en sanar. Es posible que no pueda volver a realizar actividades deportivas durante semanas o meses. Si los síntomas no desaparecen, puede que su proveedor le indique realizarse una resonancia magnética.

Complicaciones posibles de un hematoma óseo

La mayoría de los hematomas óseos sanan sin problemas. Si el hematoma óseo es muy grande, el cuerpo puede tener problemas para devolver el flujo sanguíneo a la zona. Esto puede provocar una necrosis avascular del hueso. Esto provoca la muerte (necrosis) de esa porción del hueso.

Cuándo debe llamar al proveedor de atención médica

Llame a su proveedor de atención médica si sus síntomas no empiezan a mejorar en unos días. Llámelo de inmediato si tiene algún síntoma grave como, por ejemplo, fiebre alta.