Antes del procedimiento

Los resultados son más precisos cuando el bebé está despierto, cálido y tranquilo. El movimiento y el llanto pueden afectar la precisión de la prueba. Su bebé puede estar envuelto en pañales para mantener el calor. Se le puede pedir que sostenga al bebé para ayudar a mantenerlo calmado.

Retire cualquier calcetín o manopla que su bebé esté usando. Un proveedor de atención médica puede entonces limpiar y secar la piel de su bebé.

Durante el procedimiento

El proveedor de atención médica colocará un pequeño sensor en la mano y el pie de su bebé. Este suele ser una tira adhesiva flexible que se coloca en la piel. En algunos casos, se utilizan 2 sensores. Uno se coloca en la mano derecha y otro se coloca en el pie derecho. La comparación de los resultados de la mano y el pie es una parte importante de la prueba. Los sensores están conectados a un cable que conduce a un dispositivo pequeño. El dispositivo mide la cantidad de oxígeno en la sangre del bebé.

Después del procedimiento

El proveedor de atención médica retirará los sensores. Se limpiará cualquier adhesivo pegajoso que quede en la piel.

Si la lectura está por debajo de un determinado número, su bebé podría necesitar más pruebas. También puede necesitar más pruebas si existe una diferencia significativa entre los resultados de la mano y los resultados del pie. Estas pruebas adicionales pueden incluir una ecografía del corazón (ecocardiografía). También puede necesitar una consulta con un especialista en cardiología.

Es importante recordar que con esta prueba no se detectarán todos los defectos cardíacos. En algunas ocasiones, no detecta ni 1 de los 7 defectos previstos como objetivos de detección. Debido a esto, también es necesario realizarle una historia clínica completa y un examen físico. Además, debe asegurarse siempre de acudir a todas las citas del bebé con el proveedor de atención médica.