Sensación fantasma y dolor fantasma después de la amputación
La mayoría de las personas que experimentan una amputación tienen un cierto grado de sensación fantasma. Esto ocurre cuando usted “siente” la parte amputada de su extremidad. Es posible que sienta picazón o cosquilleo, o que tenga la sensación de que la parte amputada de la pierna está dormida. En la mayoría de los casos no se trata de algo doloroso, pero algunas veces es posible que la sensación sea más fuerte, con dolor que parece provenir de la parte amputada de la pierna. La sensación puede ser como de un chispazo o latigazo que sube por la pierna o bien una sensación de quemadura, retorcimiento, calambre o dolor. Esto se conoce como dolor fantasma. Las buenas noticias son que un dolor fantasma persistente es mucho menos probable que la sensación fantasma. Y hay ciertas cosas que usted puede hacer para sentirse mejor.
¿Cuál es la causa de la sensación fantasma?
Nadie sabe con certeza por qué ocurre la sensación fantasma. Una teoría común la relaciona con el hecho de que los nervios que proporcionaban sensibilidad a la parte amputada de la pierna siguen funcionando, aunque ahora están en una zona más alta de la pierna. Esto significa que el cerebro tal vez no sepa cómo interpretar las señales de estos nervios y quizá las interprete como si procedieran de la parte amputada de la extremidad. El dolor fantasma es un diagnóstico de exclusión. Eso significa que primero deben descartarse otras causas físicas posibles. Por ejemplo, isquemia, infección, neuroma y heridas por presión. Puede haber ciertas cosas que desencadenan el dolor fantasma en ciertas personas, tales como fumar, angina, bajas temperaturas o ciertas acciones físicas.
Dolor fantasma
El dolor fantasma puede aparecer y desaparecer. Es posible que sea más frecuente por la noche. Recuerde que no tendrá necesariamente este tipo de dolor después de la amputación. Es mucho menos común que la sensación fantasma. El dolor fantasma suele ser controlable, pero si resulta demasiado molesto, hable con su proveedor de atención médica. El dolor fantasma suele mejorar con el paso del tiempo.
Tratamiento del dolor fantasma
Existen varias maneras de tratar el dolor fantasma. En caso necesario, pregunte a su proveedor de atención médica si alguna de estas opciones puede ser adecuada para usted. Los tratamientos indicados a continuación son los más comunes. Su proveedor de atención médica podrá recomendarle otros.
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Medicamentos. En el tratamiento del dolor fantasma se usan a menudo medicamentos anticonvulsivos, antidepresivos u otros medicamentos para los nervios. Estos medicamentos pueden funcionar mejor para este tipo de dolor que los analgésicos normales.
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Masaje frecuente. Masajear, frotar y dar golpecitos sobre el extremo de la pierna residual puede ayudar a reducir su sensibilidad, lo cual puede disminuir o aliviar el dolor. Puede comenzar a masajear su extremidad residual una vez que le hayan quitado las suturas o grapas quirúrgicas.
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Acupuntura y retroalimentación.
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Unidad TENS (estimulación nerviosa eléctrica transcutánea).
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Utilización de una media de compresión. Mantener una presión constante sobre la extremidad residual puede ayudar a aliviar el dolor fantasma.
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Utilización de la prótesis. Al igual que la media de compresión, el uso de una prótesis proporciona una presión constante sobre la extremidad, lo cual tiene el efecto de reducir el dolor fantasma en algunas personas.
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