¿Cómo se diagnostican las hemorroides?
Para diagnosticar las hemorroides, su proveedor de atención médica descartará otros problemas y determinará qué tan graves son las hemorroides. Después de la evaluación, su proveedor lo ayudará a decidir el plan de tratamiento más adecuado para usted.
Historia clínica
La historia clínica le permite al proveedor de atención médica obtener más información sobre sus síntomas y salud general. A menudo, incluye preguntas sobre sus hábitos intestinales y su dieta. También, le podrán preguntar con qué frecuencia hace ejercicio y si toma algún medicamento. Informe a su proveedor si algún miembro de su familia ha tenido cáncer o pólipos en el colon. También es importante que informe a su proveedor si tiene sangrado rectal.
Exploración física
Durante una exploración física, se le pedirá que se acueste en una mesa de exploración. Lo revisarán para detectar signos de hemorroides inflamadas y otros problemas. Esta exploración toma solo unos pocos minutos. Por lo general, no es dolorosa y puede incluir lo siguiente:
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Examen visual. Se realiza para ver la piel perianal. Las hemorroides externas siempre están fuera del canal anal. Pueden observarse con solo mirar. Algunas hemorroides internas también pueden sobresalir del canal anal. Y también son visibles con solo mirar.
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Tacto rectal. Se lleva a cabo para comprobar si hay hemorroides u otros problemas en el canal anal. Se realiza con un dedo enguantado lubricado.
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Anoscopia. Se realiza con una sonda de visualización corta de plástico transparente llamada anoscopio. El endoscopio permite al proveedor ver el canal anal.
Clasificación de las hemorroides
Según la exploración física, su proveedor de atención médica puede clasificar las hemorroides internas. Las clasificaciones se basan en la gravedad de los síntomas:
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Hemorroides grado I. No sobresalen del ano. Pueden sangrar, pero causan pocos síntomas.
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Hemorroides grado II. Sobresalen del ano durante las evacuaciones. Se retrotraen al canal anal cuando deja de hacer esfuerzo.
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Hemorroides grado III. Sobresalen solas o con esfuerzo. No se retrotraen solas. Pero pueden empujarse hacia adentro.
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Hemorroides grado IV. Sobresalen y no se pueden empujar hacia adentro en absoluto. También pueden ser dolorosas y requerir tratamiento de inmediato.
Embarazo y hemorroides
Muchas mujeres tienen hemorroides durante el embarazo y el parto. Es probable que esto se deba a la presión sobre la pelvis y a los cambios hormonales. En la mayoría de los casos, las hemorroides desaparecerán por sí solas con el tiempo. Mientras tanto, hable con su proveedor de atención médica sobre las formas de ayudar a aliviar los síntomas.
Otros problemas anales
A continuación, se presentan problemas comunes que pueden causar síntomas parecidos a los de las hemorroides:
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Fisura. Es un pequeño desgarro o grieta en la pared del ano. Las causas pueden ser heces duras, diarrea o inflamación en el área rectal. Las fisuras pueden sangrar y causar evacuaciones dolorosas.
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Absceso. Es una glándula infectada en el canal anal. El área infectada se hincha y, a menudo, causa dolor.
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Fístula. Es una vía que puede formarse cuando se drena un absceso anal. La vía puede permanecer después de que el absceso desaparece. Las fístulas no suelen ser dolorosas. Pero pueden provocar un drenaje en el lugar donde la vía se une con la piel.
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