Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)
El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) se caracteriza por temores invasores y persistentes (obsesiones) que producen un grado extremo de ansiedad. Por ejemplo, la persona afectada podría tener pensamientos reiterados e incesantes sobre los microbios. O puede temer constantemente no haber cerrado una puerta con llave. Ciertas conductas (compulsiones) ayudan a aliviar la ansiedad. Por ejemplo, la persona podría lavarse las manos una y otra vez, o revisar repetidamente si la puerta tiene puesto el cerrojo. Estas compulsiones pueden robarle horas a su día y provocar graves problemas en su vida. En la mayoría de los casos, los síntomas pueden aliviarse con ayuda de un tratamiento. Consulte con su proveedor de atención médica o con un profesional de salud mental. Ellos pueden ayudarlo.
¿Qué se siente?
Es probable que la persona sepa que sus ideas y acciones son irracionales, pero de todas formas no puede hacer nada para detenerlas. Algunas obsesiones frecuentes:
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Miedo a los microbios o a la contaminación. Puede llevar a la persona a lavarse las manos una y otra vez, ponerse guantes o limpiar la casa constantemente.
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Miedo de haber olvidado algo importante, como apagar la estufa o cerrar la puerta con llave. La persona con esta obsesión revisa estas cosas constantemente.
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Necesidad de hacer tareas en cierto orden o de contar objetos uno por uno, acomodarlos u organizarlos de cierta manera. Si la rutina se altera aunque sea mínimamente, siente mucha ansiedad y necesita empezar desde el principio.
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Temor de desechar algo que podría ser necesario más tarde. Puede conducir a la acumulación o acaparamiento.
¿A quién afecta el TOC?
La mayoría de las veces, el TOC comienza en la adolescencia o en los primeros años de la edad adulta. Pero puede aparecer hasta en niños de edad preescolar. Afecta tanto a varones como a mujeres. Afecta a personas de cualquier raza y nivel económico.
¿Cuáles son las causas?
En el pasado, los médicos pensaban que el TOC se debía a creencias aprendidas en la infancia. Ahora se sabe que la química del cerebro desempeña un papel importante en este trastorno. El TOC suele afectar a varios miembros de una misma familia. En algunas personas, ciertas infecciones bacterianas como la fiebre reumática pueden provocar el TOC.
Cómo obtener ayuda
Tal vez usted trate de ocultar los síntomas de TOC a otras personas. O quizás tenga miedo de buscar ayuda. No hay por qué avergonzarse de tener TOC. El tratamiento con psicoterapia y ciertos medicamentos pueden aliviar su angustia.
Obsesiones y compulsiones
Una obsesión es un pensamiento constante e indeseado que usted no puede controlar. Quizás sepa que es algo irrazonable. Aun así, no logra dejar de pensar en eso. Por ejemplo, tal vez usted sea muy limpio. Pero está constantemente preocupado por los microbios. Las obsesiones pueden causarle ansiedad y desdicha.
Una compulsión es un deseo imperioso de hacer algo para calmar la angustia. Si tiene trastorno obsesivo-compulsivo, probablemente siente la necesidad de repetir ciertas acciones. Eso lo ayuda a contrarrestar la preocupación que le causan los pensamientos obsesivos. Las compulsiones más frecuentes son lavar, limpiar y revisar. Por ejemplo, podría pasar varias horas al día lavándose las manos. O quizás revise la estufa una y otra vez para comprobar que esté apagada. En casos graves, las compulsiones pueden llegar a dominar la vida. Algunas compulsiones frecuentes:
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Limpiar. Podría pasar varias horas al día lavándose o limpiando.
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Revisar. Tiene miedo de hacerse daño o de hacer daño a los demás. Por eso, revisa lo que ha hecho una y otra vez.
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Repetir. Repite una palabra o nombre una y otra vez.
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Evitar. Hace todo lo posible para evitar lo que le da miedo.
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Acumular o acaparar. Tal vez guarde una gran cantidad de artículos que no necesita.
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