El oído medio
El oído medio es una cámara llena de aire situada justo detrás del tímpano. La presión del oído medio cambia para equilibrarse con la presión de aire en el exterior del tímpano. Cuando se igualan las presiones interna y externa, el tímpano es flexible y la audición normal es más probable. Los problemas surgen cuando disminuye la presión de aire en el oído medio. Con frecuencia, este descenso se debe a un bloqueo en la trompa de Eustaquio, el canal angosto que conecta al oído con la parte posterior de la garganta.
Un conducto abierto
La trompa de Eustaquio es el vínculo entre el oído medio y la garganta, y como tal cumple dos funciones. Ayuda a drenar la humedad limpiadora normal del oído medio. También controla la presión de aire dentro de la cavidad del oído medio. Durante la deglución (cuando traga), la trompa de Eustaquio se abre. De esta manera, equilibra la presión interna del oído medio con la presión en el exterior del tímpano. En lactantes y niños pequeños, la trompa de Eustaquio es corta y está casi al mismo nivel que el conducto auditivo externo, pero para el momento en que el niño cumple 7 años, la trompa de Eustaquio se ha vuelto más larga y empinada. Esta forma la hace funcionar mejor.
La audición normal
El tímpano y el oído medio son fundamentales para la audición normal. Juntos, transmiten el sonido desde el oído externo hasta el interno. Cuando el sonido procedente del oído externo llega a un tímpano flexible, este último vibra. Los huesitos del oído medio recogen estas vibraciones y las transmiten al oído interno. Allí se convierten en señales eléctricas que se envían al cerebro mediante vías nerviosas.
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