Cómo cuidar de la herida

Su proveedor de atención médica le dirá cuándo podrá ducharse. Al ducharse, limpie con cuidado la herida con agua tibia (que no esté caliente) y un jabón suave. Durante varias semanas después de la cirugía, es normal que la herida esté amoratada, que le dé picazón, que esté adolorida y que tenga poca sensibilidad al tacto. Los signos anormales son supuración, sangrado, calor, enrojecimiento intenso y mal olor. Llame a su proveedor de atención médica si tiene alguno de estos síntomas.

Cómo tomar los medicamentos

Use los medicamentos para el dolor con la frecuencia indicada por el proveedor de atención médica. No espere a que el dolor sea insoportable para usarlos. Además de los medicamentos para el dolor, el proveedor de atención médica podría recetarle otros. También podrían recetarle oxígeno.

Vuelva lentamente a la actividad

Durante 6 a 8 semanas después de la cirugía, evite las actividades que puedan ser exigentes para las heridas que se están curando. Por ejemplo, levantar objetos pesados o trabajar en el jardín. Sin embargo, empiece a caminar para mejorar la circulación, capacidad pulmonar y fuerza. Tomar medicamentos para el dolor antes de empezar las actividades lo ayudará a que respirar resulte más cómodo. Durante varias semanas es posible que le falte el aire. Esto es normal. Mejorará con el tiempo. A medida que vaya sintiéndose mejor, empiece a añadir actividades que requieran más esfuerzo a su rutina. Pregunte al proveedor de atención médica cuánto tiene que esperar antes de volver a tener actividad sexual, conducir un automóvil y trabajar.

Cuándo llamar a su proveedor de atención médica

Llame al proveedor de atención médica de inmediato ante cualquiera de los siguientes casos:

• Enrojecimiento, sangrado, hinchazón, supuración, aumento del dolor o calor en el sitio de la incisión

• Fiebre de  100.4 °F ( 38 °C) o superior, o según le indique el proveedor de atención médica

• Hinchazón en las piernas

Llame al  911

Llame al  911 si ocurre algo de lo siguiente:

• Falta de aire grave y repentina

• Ritmo cardíaco acelerado o "aleteo"

• Dolor de pecho repentino y agudo que no desaparece o dolor de pecho inusual

• Desvanecimiento o desmayo