Fibrosis quística en adultos: mantener una buena alimentación
La fibrosis quística (FQ) puede causar problemas en el páncreas, el hígado y otros órganos del tracto digestivo. Estos problemas pueden afectar la absorción de nutrientes y grasas en el cuerpo. Una buena alimentación puede ayudar a contrarrestar algunos de estos problemas, así como también a fortalecer el sistema inmunitario y a combatir infecciones. Si tiene FQ, deberá ingerir más calorías que una persona sin FQ. Esta hoja lo ayudará a planear la alimentación diaria.
Comer alimentos saludables
Consulte con un nutricionista para determinar sus necesidades nutricionales. Debe visitar al nutricionista, al menos, una vez al año. Hágalo con mayor frecuencia si necesita hacer cambios en su alimentación.
Puede llevar una alimentación tan normal como sea posible, pero asegúrese de que sea variada y rica en proteínas y calorías. Los siguientes son algunos alimentos que puede consumir:
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frutas y verduras frescas;
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alimentos ricos en calcio, como productos lácteos o jugo fortificado con calcio;
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alimentos ricos en hierro, como cereales fortificados, carne de res, verduras de hoja verde oscuro;
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comidas y refrigerios salados;
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alimentos ricos en zinc, como carnes de res, hígado, huevos y mariscos;
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alimentos ricos en grasas.
No consuma alimentos con grasas trans. Revise las etiquetas de los alimentos. Las grasas trans pueden aumentar la inflamación de las vías respiratorias en los pulmones.
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Una nutricionista puede enseñarle a leer las etiquetas de los alimentos para que pueda hacer mejores elecciones alimentarias. |
Incorporar calorías
Las personas con FQ necesitan más calorías en su alimentación, debido a que usan más energía para respirar y combatir infecciones pulmonares. También ayudan a compensar los problemas digestivos causados por la FQ. Necesitará hasta el doble de calorías que una persona sin FQ y calorías adicionales cuando esté enfermo. Si necesita subir de peso, incorpore 500 calorías adicionales a su alimentación diaria. Coma tres comidas y de dos a tres refrigerios al día. Pruebe con incorporar los siguientes alimentos con alto contenido calórico a su alimentación:
Si tiene problemas para mantener su peso, los suplementos líquidos pueden ayudarlo a aumentar las calorías. Puede conseguir suplementos líquidos ya preparados o mezclar los suplementos en polvo con otras bebidas. Es posible que también necesite alimentación por sonda durante la noche para consumir calorías. Su proveedor de atención médica hablará con usted sobre esto, de ser necesario.
Reemplazo de enzimas pancreáticas
Es posible que el páncreas no produzca la cantidad suficiente de enzimas. Esto puede causar los siguientes problemas:
Si no se trata, dicha insuficiencia de enzimas puede causar problemas serios, como por ejemplo una obstrucción intestinal, que puede requerir de cirugía. Por eso, es posible que necesite un reemplazo de las enzimas pancreáticas. Estas enzimas ayudan al cuerpo a descomponer carbohidratos, proteínas y grasas y a absorber nutrientes.
Su proveedor de atención médica le dará dichas enzimas en forma de píldora. Deberá tomarlas con cada comida y refrigerio.
Ingesta de vitaminas
Para las personas con FQ, es difícil obtener los nutrientes necesarios únicamente a través de los alimentos. Puede que necesite tomar vitaminas una o dos veces al día o según lo que le indique su proveedor de atención médica. Estas incluyen vitaminas A, D, E, y K, las cuales son solubles en grasa. Consulte con su proveedor de atención médica sobre la cantidad que debe tomar y las marcas que se absorben con mayor facilidad.
Ingesta de líquido suficiente
El cuerpo necesita abundante líquido para funcionar de manera correcta. Manténgase hidratado con agua, leche, jugos, bebidas deportivas y té o café. No espere hasta sentirse sediento. También puede consumir líquidos mediante alimentos, tales como sopas y frutas. Beba más líquidos si presenta lo siguiente:
Cuándo llamar al proveedor de atención médica
Llame a su proveedor de atención médica de inmediato si tiene alguno de los siguientes síntomas:
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estreñimiento, dolor de estómago u otros signos de obstrucción intestinal;
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problemas para aumentar de peso;
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dos o tres deposiciones blandas por día o cambio en el tamaño o la firmeza de las heces.