Tipos de cirugía para tratar los tumores en la hipófisis

La cirugía para los tumores en la hipófisis puede hacerse de 2 maneras:

• Cirugía transesfenoidal. Esta es la cirugía más habitual para extirpar tumores en la hipófisis. Se hace a través de un corte pequeño detrás del labio superior o debajo del cartílago que divide los dos lados de la nariz. El cirujano usa instrumentos largos y finos para hacer un orificio a través del hueso en la parte posterior del conducto nasal. Este se hace para llegar a la hipófisis. Luego, se extirpa el tumor. En esta cirugía, no se toca ninguna parte del cerebro. Y no quedan cicatrices que se puedan ver. Otra opción es colocar una cámara muy pequeña en el extremo de un tubo largo, fino y flexible (endoscopio). Luego, ese tubo se introduce en la nariz y a través de un orificio hecho en la pared posterior del seno esfenoidal para ver la hipófisis. A través de los conductos normales de la nariz, se pueden usar instrumentos largos y finos para extirpar el tumor.

• Cirugía endoscópica de la hipófisis (craneotomía). Este tipo de cirugía puede ser necesaria si el tumor es muy grande y si se propagó a los nervios cercanos o al cerebro. Para ello, el cirujano debe acceder al cerebro extirpando una parte del cráneo. Luego, el cirujano trabaja entre las zonas del cerebro y por debajo de esas zonas para extirpar el tumor. Esta parte de la cirugía se hace con un microscopio o un endoscopio para ver con claridad el tumor y las estructuras cercanas, como los vasos sanguíneos y los nervios.

Efectos secundarios de la cirugía

Los efectos secundarios de la cirugía para tratar un tumor hipofisario son poco frecuentes, pero pueden ocurrir. Incluyen daños en las arterias grandes, en el tejido cerebral cercano o en los nervios cercanos a la hipófisis. En casos poco frecuentes, puede haber daños cerebrales, un ataque cerebral o ceguera.

En casos poco frecuentes, se infectan las membranas que rodean el cerebro (meninges). Esto se conoce como meningitis. Por lo general, se debe a la abertura en el hueso entre los senos paranasales y el cerebro. Esta abertura se cicatriza y se cierra con el tiempo.

Otros de los efectos secundarios que pueden ocurrir son los siguientes:

• Dolores de cabeza y congestión. Pueden aparecer durante alrededor de una semana después de la cirugía transesfenoidal.

• Diabetes insípida. A veces puede aparecer esta afección después de una cirugía. Afecta al funcionamiento de los riñones, lo que provoca una excreción excesiva de agua en la orina. La orina se ve casi clara. Esta afección también provoca sed intensa y pérdida de líquidos (deshidratación). Se produce por la falta de una hormona llamada hormona antidiurética (ADH, por su sigla en inglés). La ADH se produce en la hipófisis. Permite que los riñones conserven cantidades saludables de agua en lugar de expulsarla con la orina. La diabetes insípida suele desaparecer por sí sola en una o dos semanas sin tratamiento. Si es necesario, se puede tratar con medicamentos.

• También pueden bajar los niveles de otras hormonas hipofisarias después de la cirugía. Esto puede no ocurrir si la cirugía fue de un tumor pequeño. Es más probable cuando se extirpan tumores más grandes o toda la hipófisis. Le harán análisis de sangre para controlar los niveles hormonales. Si es necesario, le darán reemplazos hormonales.

Pregunte al proveedor de atención médica a qué signos debe prestar atención y cuándo debe llamarlo. Sepa cómo obtener ayuda fuera del horario de atención cuando el consultorio o la clínica están cerrados.