En lugar de comidas fritas, pruebe carnes a la parrilla como el pollo y el pescado. Busque papas horneadas con verduras o ensaladas, y tome leche baja en grasa o descremada en lugar de refrescos. Pida una fruta o un yogur en lugar de batidos de helado o galletas.

Si su hijo no está listo para dejar las papitas fritas, pida una sola porción para que la compartan entre todos. Esto dará a todos la oportunidad de saborear las papitas fritas sin hacer de ellas el centro de la comida.

Fomente buenos hábitos dando el ejemplo: elija alimentos sanos para sí mismo. Ya que los niños observan cómo y qué comen sus padres, es más probable que ellos también coman los alimentos sanos que usted elija.

Vegetales y frutas en lata (conservadas en agua y no en almíbar espeso). Si se ve obligado a comprar fruta en almíbar, enjuáguela con agua y bote el líquido.

Productos de granos enteros como el arroz integral, las tortillas de maíz y los panes integrales. Busque las palabras “whole grain” (trigo integral) en el paquete, no sólo “wheat” (trigo).

Buenas fuentes de proteína como frijoles en lata, atún enlatado en agua, huevos, y leche, queso y yogur bajos en grasa o descremados.

¡Aléjese de los bocadillos! No se deje tentar por la gran abundancia de bocadillos fritos, caramelos, refrescos y cereales llenos de azúcar.