Información sobre el linfedema
El linfedema es una acumulación de líquido linfático que produce hinchazón. Puede suceder cuando se bloquean, se extraen o se dañan los ganglios o los vasos linfáticos. La cirugía y la radiación que se realizan para tratar el cáncer pueden provocar este tipo de daño. En consecuencia, el líquido linfático se almacena y provoca hinchazón en las partes del cuerpo que se están tratando. Esto puede darse en cualquier momento, incluso muchos años después del tratamiento.
Después de un tratamiento contra el cáncer en el que se quiten o se dañen los ganglios linfáticos, estará en riesgo de tener linfedema durante toda la vida. Sin embargo, hay maneras de reducir ese riesgo. También hay formas de reducir o aliviar la hinchazón si se presenta. Si no se trata, el linfedema puede empeorar. Puede que no desaparezca. Además, puede provocar otros problemas, como dificultad para mover esa parte del cuerpo, dolor e infecciones.
¿Qué es el sistema linfático?
El sistema linfático forma parte del sistema inmunitario. Es una red de vasos diminutos y órganos pequeños llamados ganglios linfáticos. Estos ganglios están por toda la red de vasos. Este sistema transporta linfa por todo el cuerpo. La linfa es un líquido transparente que contiene proteínas, sal, agua y glóbulos blancos. También transporta los residuos de las células del cuerpo.
El sistema linfático ayuda a proteger el cuerpo y lo mantiene saludable. Ayuda a que los líquidos se mantengan en el nivel correcto. Los ganglios filtran la linfa para ayudar a combatir infecciones.
Cómo ocurre el linfedema
Los ganglios linfáticos y los vasos linfáticos pueden bloquearse por el propio cáncer. Además, los ganglios y los vasos linfáticos se extraen mediante cirugía para tratar varios tipos de cáncer. O bien, es posible que se traten con radioterapia. Esto les causa daños y lesiones. Interrumpe el flujo normal del líquido linfático. El drenaje linfático no ocurre como debería. En cambio, se acumula líquido en los tejidos grasos que están debajo de la piel. Esto provoca hinchazón. Los cambios en el flujo linfático también impiden que la linfa se filtre correctamente. Esto puede aumentar el riesgo de tener infección, llagas en la piel, y otros cambios en la piel. Puede afectar la cicatrización de la herida en las áreas inflamadas.
El linfedema puede aparecer en 1 o ambos brazos o piernas, la ingle, la cara, la cabeza y el cuello, el pecho o también el abdomen. Esto depende de la parte del cuerpo que se trató. La hinchazón puede empeorar con el tiempo y causar otros problemas.
Síntomas del linfedema
El linfedema puede aparecer en el brazo, la axila, la pierna, la ingle, el abdomen, el pecho, la cabeza, el cuello, la cara u otras partes del cuerpo. Entre los síntomas frecuentes, se pueden incluir los siguientes:
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Hinchazón
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Sensación de llenura o pesadez
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Piel rígida, tirante o dura
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Debilidad
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Molestia, picazón, ardor o dolor
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Piel de aspecto enrojecido
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Problemas para doblar o mover una articulación en los dedos de la mano, la muñeca, el codo, el hombro o el tobillo
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El calzado, la ropa, el corpiño o los accesorios se sienten ajustados
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Alteraciones en la voz
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Dificultad para tragar o hablar
El linfedema puede aparecer después de la cirugía o la radioterapia para casi cualquier tipo de cáncer, pero es más frecuente en estos casos:
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Cáncer de mama
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Cáncer de próstata
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Cáncer en la zona pélvica (cáncer de vejiga, pene, testículos, ovarios, endometrio, vulva o cuello uterino)
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Linfoma
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Melanoma
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Cáncer de cabeza y cuello
¿Se puede prevenir el linfedema?
No todos los expertos están de acuerdo en qué podría ayudar a reducir el riesgo. Pero una de las medidas más importantes que puede tomar es estar atento a los signos de linfedema. A medida que sane, preste atención a cómo se ven y se sienten normalmente las manos, los brazos, el pecho, las piernas y los pies. Compare los lados del cuerpo. Vigile si se presentan cambios. Si nota algún cambio, avise de inmediato a su proveedor. Cuanto antes se trate la hinchazón, habrá mayores posibilidades de reducirla y evitar que empeore.
Las siguientes son algunas otras medidas que puede tomar:
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Asista a la atención de seguimiento después del tratamiento contra el cáncer. Visite a su proveedor de atención médica con regularidad para que lo examine. Pregunte por su riesgo de tener linfedema. Es conveniente preguntar si puede acudir a un especialista en linfedema. El especialista podrá explicarle cómo prevenir el linfedema.
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Protéjase los brazos. En el caso de los brazos con riesgo de desarrollar linfedema, pregúntele al proveedor de atención médica si está bien que le tomen la presión arterial, le saquen sangre o le pongan una vía intravenosa en el brazo.
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Evite infecciones e inflamación. Lave, cure y cubra todas las heridas que tenga en la piel, aunque sea un pequeño corte, un rasguño o una quemadura. Mantenga la piel limpia y use loción para mantenerla húmeda. Revise la piel con frecuencia. Busque tratamiento de inmediato ante las primeras señales de infección.
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Haga actividad física. Pregunte a su equipo de atención médica qué tipos de ejercicio son buenos para usted. Un especialista en linfedema puede ayudarlo a aprender ejercicios que sean seguros.
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Controle su peso. Hable con su proveedor sobre cuál sería un peso saludable en su caso. Pídale ayuda para alcanzar ese peso o mantenerlo.
Cuándo debe llamar al proveedor de atención médica
El linfedema se debe tratar de inmediato. Llame al proveedor de atención médica en cualquiera de los siguientes casos:
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Síntomas del linfedema
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Fiebre de 100.4 °F (38 °C) o según le haya indicado el proveedor de atención médica
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Manchas rojas, calor o dolor en la zona
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Agrietamiento o descamación de la piel
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Nuevo dolor inexplicable en la parte del cuerpo con riesgo de sufrir linfedema